El teletrabajo, trabajo a distancia, trabajo remoto, o “home office”, son todos términos sinónimos de una tendencia que cada vez se generaliza más en la realidad laboral. Son alternativas de trabajo semipresencial, una modalidad de empleo en la que el individuo desempeña su labor en el lugar que él escoja, pero no en un puesto físico en su oficina.

Las nuevas formas de comunicación y la integración de la tecnología vienen permitiendo en los últimos años que muchas de las tareas del trabajador no requieran su cumplimiento de manera presencial y que se puedan llevar a cabo satisfactoriamente desde otro lugar, siempre con el factor de conectividad aunado.

Esta opción facilita la integración de diversos ámbitos de la vida de un trabajador, sea el familiar, personal, académico, o cualquier otro que se relacione con su bienestar.  A la vez, las empresas han ido descubriendo que ser flexibles en los horarios y espacios de trabajo les brinda múltiples beneficios: más productividad de sus colaboradores, economía en recursos e instalaciones y un mejor ambiente laboral.

  • Mejor organización de los empleados: son capaces de autogestionar sus tareas y su tiempo de trabajo. ¡Trabajadores autónomos!
  • Mayor productividad del equipo: cada persona conoce en qué horas rinde más, por lo que será en ese momento cuando realice las actividades, sin necesidad de ceñirse a un horario cerrado.
  • Ahorro para la empresa: se reducen costos de luz, telefonía, calefacción… Y ahorro para los empleados que evitan desplazamientos.

A los profesionales de hoy no les alcanza con un buen salario, prefieren elegir dónde trabajar, en qué momento y de qué forma. La generación millennial es la que más destaca dentro de este modelo de empresa moderna. Valoran el reto de lograr cumplir objetivos, llegar a una buena productividad, sin importar en qué lugar físico se encuentren. Evitar el viaje al trabajo, el tráfico y la alarma de todas las mañanas, son formas de empezar el día con menos estrés, lo cual es muy valorado por ellos.

Los millennials tienen incorporado el desafío de encontrar el equilibrio entre lo personal y lo laboral. Creen firmemente en la posibilidad de desarrollar, explorar habilidades y conocimientos logrando máxima eficiencia.

Según el portal iProUP, en Argentina hay 970.000 personas que realizan teletrabajo o “Home office”. De este total, 170.000 directamente “no pisan la oficina” o asisten muy de vez en cuando, mientras que los 800.000 restantes son teletrabajadores mixtos, un sistema que combina tareas a distancia con presenciales.

El mundo nos ofrece formas más fáciles de hacer las cosas y es indispensable dotar al personal y a las empresas de todas las capacidades para adoptar estos nuevos modelos que le apuestan fuertemente a la tecnología, al bienestar y a la productividad.