Siempre después de una crisis la gente está más eufórica y quiere consumir más, llegado el momento se podrá saber que tipo de consumo será pero los productos que respondan a la ansiedad y la depresión que caracterizaron a los consumidores durante la pandemia tendrán que ver como se amoldan al consumidor que ya no está deprimido.
El consumidor que todo lo consume en casa probablemente ya no este, abra reacomodado sus relaciones familiares y sociales y ahora querra salir a cenar, pasear, viajar y consumir productos ya no tan hogareños, como ropa de vestir y no tan cómoda para casa o para el home office.
Por otra parte, el consumidor tecnológico llego para quedarse, si bien las fiesta o conciertos virtuales posiblemente desaparecerán, ya que todos querrán volver a juntarse para sus cumpleaños, por ejemplo, la encuestas indican que no querrán volver a trabajar en oficinas que se preferirá el teletrabajo y también la telemedicina.
El consumidor consciente de la ecología y que valora lo sustentable también perdurara, el desafío quedara en las empresas en generar mejores productos para satisfacer estas nuevas necesidades, salir de lo industrializado para apuntar a priorizar lo natural y sustentable.
Por otro lado tampoco olvidemos que la pandemia trajo mucha pobreza por lo cual tanto empresas, pymes y emprendedores deberán amoldarse y ofrece productos acordes a un consumidor nuevamente activo pero pobre.