La inteligencia artificial en parte del menú estándar de opciones tecnológicas en las empresas por tal motivo llego la hora de replantear el uso ético y responsable.

Independientemente de lo legal las empresas no solo deben garantizar que los modelos de inteligencia artificial recopilen y almacenen los datos personales en forma estricta, sino que además los protejan del uso indebido y la explotación, también que se respeten los derechos de privacidad de las personas.

No existe, ni hay indicios que vaya a existir una IA general (AGI) por lo que las maquinas no tienen conciencia, ni intención, ni sentimientos y son simplemente matemáticas para ayudar al humano en la toma de decisiones.

El aspecto más importante a tener en cuenta para el uso responsable de AI es el uso de datos personales, hoy en día casi todos los servicios que utilizamos recopilan y analizan nuestros datos personales y muchas veces hasta el almacenado por estas empresas.

¿Puede un robot discriminar?

Aunque no es un tema muy tenido en cuenta en las empresas el impacto que puede tener crear maquinas que automaticen la intolerancia y la discriminación por ejemplo en la selección de personal si cuando cargamos los parámetros por historia de la empresa, de este modo se pueden repetir patrones o errores del pasado por ejemplo contratar más hombres que mujeres porque en el histórico de la empresa el puesto mayormente fue ocupado por hombres.

Hoy se tiene la capacidad de detectar estos errores, pero a medida que el algoritmo se vuelve más complejo quizás ya no se pueda, debido a este contexto y la gran complejidad de un sistema es necesario que la IA sea dotada de valores y principios.

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